El manejo de residuos se refiere a la gestión adecuada de los desechos generados por las actividades humanas para minimizar su impacto ambiental y promover la sostenibilidad. Actualmente existe normatividad que establece los criterios y requisitos para el manejo adecuado de los residuos, sin embargo, se tiene la percepción negativa para llevarlos a cabo al verse como una como una obligación, no obstante, el implementar un correcto sistema de manejo de residuos, representa la oportunidad de transformarlo en una inversión para la ventaja competitiva de las empresas; ya que cada vez hay más consumidores que están comenzando a elegir aquellos productos o servicios que están comprometidos con la sustentabilidad.
El manejo adecuado de residuos es fundamental para preservar el medio ambiente, conservar los recursos naturales y reducir la contaminación, ya que promueve el uso responsable de los recursos tanto por los bienes de consumo como por una menor presión sobre los sitios de disposición final, con lo cual se procura el bienestar de futuras generaciones, en pocas palabras se propicia el desarrollo sustentable de las ciudades. Para lograr lo anterior, resulta imperante la colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos, ya que, a través de programas y estrategias bien articuladas, puede alcanzarse una economía y forma de vida basada en las cero generaciones de residuos, lo que lejos de implicar la nula actividad de consumo, resignifica los estilos de vida y responsabilidad de los consumidores al elegir productos y servicios con mayores atributos ambientales.
Para implementar una gestión adecuada de los residuos es necesario realizar un diagnóstico que permita identificar los puntos, cantidades y tipos de residuos que se generan, por lo que a partir de ahí pueden identificarse rutas que promuevan la implementación de las 3 R:
– Reducir: La mejor manera de manejar residuos es reducir su generación. Esto implica tomar decisiones para adquirir insumos con la menor cantidad de empaques posible, eso incluye las compras a granel o en empaques rellenables para minimizar el uso de materiales desechables, en este aspecto debe mencionarse que la presión por parte de los consumidores hacia las empresas que ofrecen productos y servicios es uno de los puntos que más pueden propiciar los cambios a nivel comercial.
– Reutilizar: Promover el uso de artículos reutilizables en lugar de desechables puede ayudar a reducir la cantidad de residuos generados; en este sentido, si no se logra evitar el consumo de cierto tipo de materiales, este aspecto generalmente se realiza por parte de los consumidores, implementando la cultura de reutilizar los posibles residuos que se generan, de esta forma se incrementa la vida útil y en lugar de convertirse en un residuos, se considera un material por cierto tiempo más, hasta que en algún momento deje de ser funcional y deba pasar a la siguiente etapa.
– *Reciclar: Clasificar y reciclar materiales como papel, plástico, vidrio y metal reduce la cantidad de desechos enviados a vertederos y ahorra recursos naturales; si bien, difícilmente se puede llevar a cabo el reciclaje dentro de la empresa, sí se puede realizar alianzas estratégicas con empresas recicladoras, las cuales también deberán contar con las autorizaciones correspondientes para llevar a cabo la actividad de reciclaje, de esta forma se ejerce una menor presión sobre los recursos naturales. Sin olvidar que el reciclaje puede ser empleado como una estrategia de competitividad de las empresas y la oportunidad de posicionarse como una organización comprometida con el cuidado ambiental, hecho que actualmente es valorado por un segmento del mercado que cada vez va en aumento.
Para promover que la sociedad pueda contribuir en la etapa de reciclaje, es importante crear estrategias de colaboración para contar con los contenedores adecuados para lograr la separación de los residuos de acuerdo al tipo de material, fomentar la separación de residuos en la fuente ayuda a facilitar el proceso de reciclaje, ya que se reduce la contaminación por los residuos al ser mezclados en un solo contenedor, por lo cual, cada recipiente deberá estar debidamente etiquetado, preferentemente contar con una tapa que evite el ingreso de algún material extraño o cierto tipo de fauna y ubicarse en una zona resguardada, es decir, techada, para evitar daños por la exposición al sol o la humedad. Una de las acciones implementadas en algunas ciudades son los llamados “reciclones”, en los cuales se recibe variedad de residuos que en ocasiones la ciudadanía mantiene a resguardo entre los que se pueden encontrar residuos electrónicos, papel, cartón, medicamentos caducos (los cuales deben ser tratados por compañías especializadas), baterías, diferentes tipos de plásticos, entre otros, estas campañas son planeadas en conjunto por los gobiernos y el sector privado y sin duda alguna, son un precedente y una gran estrategia de sensibilización de los consumidores al tener una fecha específica para disponer de los residuos que deben tratarse de manera específica o pueden ser susceptibles de reciclarse.
Los residuos peligrosos, como productos químicos tóxicos y electrónicos desechados, deben ser manejados y eliminados adecuadamente para evitar daños ambientales y riesgos para la salud, por lo cual, no deben ser almacenados junto con los residuos convencionales como madera, cartón, papel o plástico, ya que al entrar en contacto con éstos, pueden ser susceptibles de contaminación, haciendo que el reciclaje no pueda llevarse a cabo por esa causa; es por ello, que deben ser enviados a centros especializados o puntos de acopio que serán los responsables finales de enviar a correcta disposición final dichos residuos que pudieran resultar tóxicos.
Parte importante del proceso de gestión de residuos, consiste en generar sistemas de comunicación para sensibilizar y promover dicha actividad, tanto en el sector gubernamental como en el sector educativo y privado, el principal mensaje es promover la cultura de una sociedad comprometida con el cuidado ambiental y convencida de que su acciones pueden lograr un impacto benéfico al entorno, sin más incentivo que el de propiciar que futuras generaciones puedan disfrutar de un ambiente sano, con la disponibilidad de recursos que permitan el desarrollo integral de futuras ciudadanías que continúen preservando un medio ambiente sano con óptima calidad, ya que de eso se trata el crear ciudades sostenibles.
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